Centro de Investigación de la Comunicación Funglode

“El futuro de la comunicación”

En el panel con el que se celebraron los 30 años de la Escuela de Comunicación de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), profesionales del sector resaltaron los retos que tienen el ejercicio de la comunicación en todos sus ámbitos, en un mundo cambiante, donde evoluciona la inteligencia artificial, la demanda personalizada de servicios y la empatía con los consumidores y usuarios de servicios.

Los comunicadores, publicistas y productores audiovisuales tienen el reto de contar con las herramientas y habilidades que les permitan insertarse en un mundo cada vez más global, en el que la inteligencia artificial será una aliada fundamental fueron reflexiones en las que coincidieron los miembros del panel: Claudia Chez, presidenta y fundadora de la Agencia Digital Adventures; Maeno Gómez, presidente y fundador de Maeno & Co, una firma especializada en eventos y Relaciones Públicas; Che Muñoz, director creativo ejecutivo de la Agencia Publicitaria Partners Ogilvy & Mather, y Michelle Benavides, directora creativa de la Agencia Publicitaria TeamWork, con la moderación de Claudia Montás, profesora de la Escuela de Comunicación, y directora ejecutiva de la Asociación Dominicana de Empresas de Comunicación Comercial (ADECC).

La Escuela de Comunicación de UNIBE celebró que arriba a sus 30 años con la graduación de los primeros egresados de la mención Audiovisual, capacitados para emplearse con plenas capacidades en la industria cinematográfica dominicana.

Cristina Zapata, directora de la Escuela, encabezó el acto junto a autoridades de la universidad, resaltando que ya son más de 1,300 los egresados de la escuela que tiene tres menciones: Comunicación, Publicidad y Producción audiovisual.

La personalización es una tendencia que redefine las relaciones entre las marcas y los consumidores, fue uno de las reflexiones que compartió Chez en el panel.

Las competencias blandas tienen que desarrollarse en un mundo en el que la empatía será clave, porque los robots –con su inteligencia artificial- no pueden desarrollarla.

Maeno Gómez se refirió al impacto de la inteligencia artificial, destacando que el recurso tecnológico nunca puede sustituir al ser humano, sino convertirse en una herramienta que puede hacer más eficaz su trabajo.